Hoy no voy a poder empezar…, tengo un montón de excusas por hacer…
La última vez que dijiste que «tenías un buen día», en realidad ¿Qué quisiste decir?
La mayoría de la gente hace tiempo que dejó atrás la idea de asumir la responsabilidad de asegurar que realmente tiene un buen día, ¡en lugar de esforzarse para conseguirlo!
Es tan fácil ser mediocre y caer en el conformismo…
¿Cuanta gente conoces que lleva una vida que no quiere? Y sin embargo ahí está, conformandose, viendo como pasan los días sin pena ni gloria, auto justificandose continuamente en lugar de hacer algo para cambiar.
Las personas tenemos una enorme capacidad para encontrar justificaciones, de hecho aunque hagamos algo con lo que no estamos conformes, encontraremos justificación, por lo general echando «balones fuera» y derivando responsabilidades a otros. «Estuve obligado a hacerlo, yo no quería, me dijo que…», suelen ser de las más habituales. No debemos de olvidar que, en último grado, tan solo nosotros somos los responsables de nuestras acciones, o de la omisión de las mismas.
Sin embargo, así como tenemos capacidad para justificarnos, también la tenemos para comprometernos con nosotros mismos, y eso es algo vital para cristalizar el proceso del cambio, compromiso, acompañado de una gran dosis de voluntad.
Si quieres comenzar a cambiar tu vida, empieza por asumir la parte de responsabilidad que te corresponde, tanto para lo bueno como para lo malo.
Ultimamente quizás la mejor de las justificaciones que se puedan encontrar es la crisis…sin embargo no hay que olvidar que la crisis está ahí, para tí, para mi, para todos…y en medio de la crisis hay empresas y gente que estan funcionando y encontrando trabajo.
La opción facil es quedarse lloriqueando en una esquina, sin embargo ¿Que aporta eso? NADA. Está en tu mano el sobreponerte a la situación y coger el toro por los cuernos. No debemos olvidar que no podemos cambiar nuestras circunstancias, pero en todo momento podemos elegir como reaccionamos ante ellas.
Puedes llorar…o vender pañuelos.