Cuantos más conocimientos tiene una persona, más se da cuenta de su propia ignorancia. No soy escritora ni poeta, sólo soy una loca perezosa, que un día cogió su libreta y empezó a divagar entre nadas incoherentes, mil falsedades juntas que importan a la gente. Yo no lo sé todo, sólo sé que no sé nada, nada tengo y tampoco, nada valgo, más que el peso de mi alma. Yo no veo trajes caros, ni bolsos de Louis Vuitton, ni coches grandes, ni grandes cuentas, ni razas, ni religión, ni lengua, sólo veo la soledad del que va sólo por la calle y de aquel que a su lado, solo, lo acompaña. El brillo de tus ojos y el calor de tu mirada.
A menudo descartamos amigos por no fiarnos de sus pintas, actuando como cobardes, inseguros, desconfiados fascistas. Yo lo único que quiero es querer y que me quieran.
Amar a diestro y siniestro. Amar sin expectativas. Amar a tontas y a locas para toda la vida.
¿Por qué nos empeñamos en sufrir a destajo, siendo tan fácil amar sin más?
No me mires a la cara, mírame a los ojos y me verás.