La mentira quizá tenga patas cortas… pero su patada puede ser mortal…
Nuestras capacidades, en términos generales dependen de qué tan clara y detallada sea la cartografía que nos guía en este mundo.Las personas exitosas pueden captar aristas de la realidad que no son visibles para todos y así aprovechar mejor sus oportunidades y protegerse mejor de las contingencias.. Sólo conociendo la realidad es que podemos influir sobre ella. El poder que cada uno tiene proviene de allí mismo: de su percepción del mundo.
A veces, a causa de la necesidad de estar acompañados o simplemente de creer en algo, aceptamos relaciones que van en desmedro de nuestro propio mundo, del orden interno que hemos conquistado. Si bien es importante estar acompañados, no es bueno hacerlo a cualquier precio, por ejemplo en desmedro de uno mismo. El estar con alguien debería ser algo que sume, (confianza, conocimiento, felicidad) y no que reste. Las personas que mienten tienden a aislarnos de amigos y familia para que los validemos a ellos. Nuestra necesidad de creerles puede hacer que dejemos de hablar de nosotros para que nadie nos muestre la realidad que no vemos y así seguir junto a esas personas. Cuando la «verdad» que una persona nos quiere mostrar se opone a lo que sabemos y nuestros referentes afectivos nos dicen que algo no les cierra, deberíamos comenzar a filtrar esa información y analizarla de la forma mas exhaustiva posible.
La realidad que vivimos puede ser muy limitante, dolorosa, frustrante, y necesitamos creer en algo o en alguien, entonces «creemos a cualquier precio», por más que haya incoherencias en el mensaje que nos dan, las pasamos por alto auqnue nos demos cuenta de que nos mintieron, reconocer que hemos sido manipulados es dificil y hace que neguemos esa realidad y creamos «contra viento y marea».
Fuente: gestalt-blog