Quien mira hacia afuera sueña.
El manejo terapéutico de los sueños busca integrar a la propia personalidad algunos elementos disociados y menos conocidos. Es necesario que asimilemos algunas experiencias, haciéndolas más propias. Nos conviene tomar consciencia de nuestras energías emocionales y de las demás funciones del organismo que mantenemos anestesiadas. Cuando incorporamos las energías que habíamos proyectado, podemos actuar con mayor entusiasmo y espontaneidad. El símbolo onírico se interpreta adecuadamente cuando el individuo le encuentra un sentido personal, relacionado con su vida.
Muchos individuos no conocen bien sus propios sentimientos ni aprecian su potencial creativo. Casi no ven ni se escuchan, por lo que no conservan ningún recuerdo importante de lo que les aconteció durante el día. Confían en sus discursos repetitivos y dan excesiva importancia a las palabras que producen sin pensar. Las personas que no sueñan (o mejor dicho, que no recuerdan sus sueños), suelen manifestar marcada preferencia por una orientación lógica, práctica y concreta ante su vida. Su vida emocional puede ser muy limitada.
Corresponde a cada individuo encontrar las propias explicaciones para entender el sueño a su modo, ya que se conoce mejor de lo que lo puede conocer algún otro. Por eso, para entender el significado de nuestros sueños, es necesario que también sepamos comprender nuestros propios deseos y sentimientos. Perls advierte que cuando alguien ha llegado a comprender bien su sueño, experimenta una pequeña iluminación, y es como si despertara al mundo real. Se siente emocionalmente más libre y vibrante. El principal papel de los sueños es despertarnos, mientras que las personas que no los tienen en cuenta, a menudo caminan medio dormidos, sin rumbo claro en la vida.
Cuando no nos reconocemos en algunos de los personajes que aparecen en ellos, como ciertos animales salvajes, objetos en ruinas y otros, manifestamos alienación. Esto significa que nos decimos: «ese no soy yo, es otra persona». La técnica apropiada para que la persona pueda recuperar sus aspectos alienados consiste en pedirle que represente el papel de cada uno de los personaje su objetos que aparecen en sus sueños.
Según la psicoterapia Gestalt, el manejo de los sueños se utilizan principalmente seis técnicas: narración del sueño en tiempo presente, el diálogo con los elementos del sueño, descubrir lo que falta, la expresión corporal y completar las situaciones.
Bibliografía:
«La vieja y novísma gestalt» Claudio Naranjo. Ed. La Llave.
«Las emociones en el cuerpo» Roberto Navarro Arias. Ed. Pax México.
Fuente: Cusca Risun Terapia Gestalt