Estaba conversando con mi hermana acerca de lo dificiles de nuestros tiempos, tan convulsos, con espectativas poco claras y lo que en ocasiones sufrimos por ello. Cuando recordamos la vida de nuestros padres que, como muchos de los vuestros, llegaron a la ciudad desde un pueblo para intentar darle algo mas de futuro a sus hijxs.
Como por arte de magia, me tranquilizó muchisimo darme cuenta que la queja aparece desde un lugar poco objetivo. Y no quiero decir con esto que no sea licita, por supuesto es necesaria, nos habla de nuestras cosas. Ahora bien, podemos caer en un bucle, cuestión esta de extrema facilidad en estos días.
Por lo que creo que se hace importante tomar distancia, mirar con seriedad y rigor, darse cuenta del verdadero lugar que estamos ocupando y plantearnos si queremos perpetuar esta posición o trabajamos por cambiar algo.
El «no puedo hacer nada», carece de sentido, la vida continua en cada instante y los recursos los manejamos desde nuestro interior. Hay algo que se puede hacer y es tomar otra perspectiva, sin sufrir, no como resignación, sino como verdadero interes en el cambio de conciencia.
Muchas personas se cosifican en un «SOY ASÍ» que condiciona y ayuda poco. En ningún caso se trata de volverse otra persona, sino de ver que tengo muchas mas perspectivas, en mi esta todo lo que necesito.
Que como actor de mi propia vida necesito vitalizar mis personajes interiores, que son yo mismo, aunque en ocasiones desconozco por no haberles dado espacio.
Desde este nuevo abordaje podremos construir nuestro futuro, vernos con ojos nuevos y capaces de muchas mas cosas de las que nos decimos cuando estamos en la seguridad de lo conocido. Una seguridad que en ocasiones nos atenaza, siendo demoledora con nuestras espectativas y recursos.
Solo confiando en nosotrxs tendremos mucha parte de estos dificiles tiempos a nuestro favor.
Y esto no significa que sea facil, a andar se aprende andando y dandonos cuenta que cada caida nos pide energia.
¿Que energia estas dispuestx a poner en juego?