No sé muy bien describir cómo me siento.
Esta semana ha sido de bastante trabajo, pero yo me he entregado más a él y lo he disfrutado más, me he implicado más (aunque a veces no tenía putas ganas de estar a´hi, en general estaba más motivado y con ganas de aprender que otras veces. Más entregado al trabajo – no tanto por para quién trabajo, que muy dura no me la pone, pero al menos poder extraer algo, aprender de lo que hago y quitar algunas resistencias. Si quiero irme me voy, pero mientras esté ahí no tiene sentido sufrir por mis propias resistencias. Al menos que sufra por cosas externas pero no me haga la vida imposible ya de salida.
Llega un fin de semana en el cual no vuelvo a mi ciudad. Me quedo aquí.
Ha llegado una chica brasileña en la habitación de mi anterior compi francés. Parece buena gente. Yo estoy bastante asocial estos días, así que no le he prestado mucha atención por ahora… bueno, todo llegará.
Como además he estado jugando al poker por internet, con buenos resultados por cierto, pues eso prefiero hacerlo solo en mi cuarto asi que estaba poco por fuera. Me he encontrado un poco como un gato cuando llega alguien nuevo a casa – se mete debajo de la cama o así. Me hacía gracia verlo así.
Dentro de veinte minutos echaré un torneo de poker por internet. A las once iré con unos amigos(el que me produce la maqueta y su novia) al teatro, a ver un espectáculo clown, «Génesis Joplin» se llama, aquí en el Poblenou.
Durante estas dos últimas semanas no he escrito casi aquí. Sin embargo me sentía bien, más conectado conmigo mismo, más energético y más fuerte. Hoy, me siento algo perdido, cansado, sólo. Creo que mi dificultad de vivir en pareja puede venir de que yo no me aguanto demasiado a mí mismo, rara vez termino de estar contento conmigo mismo – cómo voy a estarlo con los demás.
Si me fijo, cuando yo estaba contento conmigo mismo, era capaz de amar con todo. Porque para eso hay que entregarse y para saber lo que se entrega tiene uno que estar contento con uno – si no, uno se cohibe y no se fía de lo que entrega.
No me siento tranquilo por casa como digo, e igual eso tiene algo que ver, no sé.
Pasé por la biblioteca el otro día, y me cogí unas películas de Terry Gilliam, Brazil y Las aventuras del Barón Muchausen, y Azul de la trilogía de los tres colores de Kieslowski. Aún no he visto ninguna…
Tambíen me cogí un par de libros de psicología: «Historia de las ideas psicológicas», de Helio Carpintero que aún no he empezado, y otro, curioso, que reza «Todo lo que usted nunca quiso saber sobre el psicoanálisis» de Cristina Fontana, asimismo directora de una revista de gracioso nombre, «Diván el terrible». Se trata de breves preguntas de todo tipo, desde «¿Se puede uno psicoanalizar?», «¿Qué utilidad tiene el psicoanálisis?» hasta «¿Por qué los psicoanalistas no hablan?», «¿No es igual o mejor contarle las penas a los amigos?», o «¿No acaban los psicoanalistas tocaditos del ala?» (esta me la he inventado yo y no sale, pero me gustaría que saliera).
Curioso que incluya la pregunta «¿Se puede uno psicoanalizar por internet?», a la que responde: «No.» Y alguna cosa más.
Estoy escuchando «Sua esupidez» de Gal Costa. Me entran ganas de llorar. Sí, estoy triste.
Durante esta semana también leí sobre el conscious Growth Workshop de Pau (no Gasol, sino Steve Pavlina). Me pareció muy, muy interesante todo eso. Ganas de formar parte de algo así, y de algún día, montar algo parecido.
Me acabo de acordar de que un anónimo escribió un comentario en un post antiguo, sobre la formacion gestalt, y aún no lo he contestado. Me pareció muy interesante en tanto que era crítico, pero bastante demagógico… en fin, espero contestarlo dentro de poco.
Y ahora me gustaría recuperar aquél sentir abierto que tenía… cuando conocí a mi ex de Barcelona, antes de conocerla quiero decir. Tenía la fuerza interior, y las ganas de vivirme – aunque era terriblemente sensible y débil como luego se demostró. Es cierto que mi pena y dolor los sentía más profundos, y aunque me reía de ellos, en realidad sufría.
Hasta aquí mi update, voy a jugar mi torneillo de poker. Chao.