Lealtad: Ésta debe demostrarse con sus superiores y, a través de ellos, con la organización. Al mismo tiempo, tiene que demostrarse con sus subordinados.
Integridad: Significa rechazar la posibilidad de engañar a los otros de cualquier manera, sin importar cuáles sean las circunstancias. Los líderes no intentan achacar a otros su responsabilidad por una mala decisión.
Fuente: liredazgo