Recientemente, he concluido un proceso de coaching de equipos que había comenzado casi un año antes –duración habitual en este tipo de procesos-. La relación establecida había sido magnífica y, ¡oh, maravilla!, el equipo regaló a nosotros los coaches el enumerarnos los aprendizajes que había adquirido a lo largo de nuestro acompañamiento. Quedé embelesada al leer el documento, y es con permiso del leader del equipo que plasmo aquí algunos de esos aprendizajes –no todos, por no alargar este post-.