OBSTACULOS EN EL CAMINO (de Claudio María Pérez Bobasso)
Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Luego se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda piedra. Algunos simplemente la rodearon. Muchos culparon a la autoridad por no mantener los caminos despejados, pero ninguno de ellos hizo nada para sacar la piedra del camino. Un vecino del pueblo que vivía en el sitio más descampado, pasaba por allí exhausto con un fardo de leña sobre sus hombros; y la vio. Se detuvo, luego se aproximó a ella, puso su ca
rga en el piso trabajosamente y trató de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y empujar hasta llegar a fatigarse mucho, con gran esfuerzo, lo logró. Mientras recogía su fardo de leña, vio una pequeña bolsita en el suelo, justamente donde antes había estado la roca. La bolsita contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey diciendo que el premio era para la persona que removiera la roca como recompensa por despejar el camino. El campesino aprendió ese día que cada obstáculo puede estar disfrazando una oportunidad, tanto para ayudar a los demás como para ayudarse asimismo.
Las oportunidades forman parte de los problemas de la vida, únicamente necesitas observar atentamente para detectarlas.
AMOR, RIQUEZA Y ÉXITO
Una mujer salía de su casa y vio a tres ancianos de larga y blanca barba sentados al frente de su casa. No los reconoció y dijo «No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor pasen y acepten alguna cosa para comer».
«Se encuentra el hombre de la casa dentro?», preguntaron.
«No», dijo ella, «Él salió».
«Entonces no podemos pasar», contestaron.
En la tarde cuando su esposo llegó a casa, le dijo lo que había pasado.
«Vé a decirles que estoy en casa e invítalos a pasar».
La mujer salió e invitó a los hombres a que pasaran.
«No pasamos a una casa juntos», respondieron.
«Por que es así?, quiso saber ella.
Uno de los ancianos le explicó: «Su nombre es Riqueza, apuntando a uno de sus amigos, y apuntando al otro dijo, «Él es Exito, y yo soy Amor».
Después agregó «Ahora ve y discute con tu esposo a cuál de nosotros deseas en tu casa»
La mujer entró y le dijo a su esposo lo que se había dicho. Su esposo se regocijó. «Que bueno!!», dijo. «Dado que éste es el caso, invitemos a Riqueza. Dejemos que venga y llene nuestra casa de riqueza!»
Su esposa no estuvo de acuerdo «Querido mío, porque no invitamos a Exito?»
La hija estaba escuchando desde el lado opuesto de la casa. Saltó con su propia sugerencia: «No será mejor invitar a Amor?»
«Nuestra casa estará entonces llena de amor!»
«Hagamos caso del consejo de nuestra hija», dijo el esposo a su esposa.
«Sal e invita a Amor a ser nuestro huésped»
La mujer salió y les pregunto a los 3 ancianos. «Cuál de ustedes es Amor?.
Por favor pase y sea nuestro huésped». Amor se puso de pie y empezó a caminar hacia la casa. Los otros 2 también se pusieron de pie y lo siguieron. Sorprendida les pregunto a Riqueza y a Exito:
«Solamente invite a Amor. ¿Por qué están pasando ustedes?»
Los ancianos respondieron: «Si usted hubiera invitado a Riqueza o a Exito, los otros dos nos hubiéramos quedado afuera, pero como usted invitó a Amor, dondequiera que él va, nosotros lo acompañamos.
Dondequiera que haya amor, también hay riqueza y éxito!!!!!!
Cuando las acciones para alcanzar una meta están basadas en el amor y en los valores personales, es entonces cuando estas acciones dan sus mejores frutos.
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Susana García Gutiérrez – Coach Profesional
1ª Coach de Familias Monoparentales