Este texto, extraído del libro «Nacidos para triunfar», me parece que describe muy claramente y muy resumido, en un párrafo, el propósito de la Gestalt. Cuando lo leo, inevitablemente me pregunto a mí misma en qué lugar estoy, dónde o de quién dependo, y cómo experimento mi autoapoyo, espero que a vosotros les pase lo mismo, que surja inevitablemente alguna pregunta…
Creemos que cada individuo- al menos en alguna fase de su condición humana-tiene todo el potencial para ser triunfador: para ser una persona auténtica, viva y consciente. El propósito de la terapia Gestalt es ayudar al individuo a convertirse en un todo; ayudarlo a darse cuenta de sus partes fragmentadas, admitirlas, reclamarlas e integrarlas. La integración le ayuda a realizar la transición desde la dependencia hasta la autosuficiencia, del apoyo autoritario externo al apoyo interior auténtico. Tener apoyo interior significa concretamente que el individuo pueda afirmar su personalidad por sí mismos, que no tengan que recurrir a apoyos externos, como por ejemplo, su conyúge, sus títulos académicos, el nombre de su cargo, su terapeuta, o su cuenta de banco, etc. Por el contrario, descubre que las aptitudes que necesitan han estado siempre en él mismo y que puede confiar en ellas.
Según las propias palabras de Perls, fundador de la Gestalt:
Neurótico es todo hombre que usa su potencial para manipular a los demás, en vez de creer en él mismo. Usurpa el control, se enloquece por el poder y moviliza a amigos y parientes en lugares donde él es impotente para usar sus propios recursos. Lo hace así porque no puede resistir las tensiones y frustraciones que acompañan al crecimiento.Arriesgarse es arriesgado, demasiado arriesgado como para pensarlo.
Fuente: Cusca Risun Terapia Gestalt