Despertar

Estoy harta de vivir en este mundo de farsantes, De fantoches, de esperpentos, de incultos y truhanes. Soplagaitas, lameculos, fantasmas y tunantes, Embusteros, chupasangres, impostores y maleantes… Crecimos creyendo que existe una justicia Que es igual para todos, Y que siempre se imponía. Que con la verdad por delante Se llegaba al fin del mundo, Que hacer el bien, sin mirar a quién, Era, sin duda, garantía de futuro. Que el contrario es un amigo, Que en el amor sea sincera, Que el dolor es pasajero, Que el esfuerzo vale la pena… Y nos encontramos hoy, sin embargo, en este otro paraje, Donde el más cretino es el dueño del destino, Y el más canalla, el vencedor de la batalla. ¿Qué pasó con los valores que, a voces, nos inculcaron las madres? ¿Dónde fue a parar la educación que aprendimos de profesores? El mundo está loco, enfermo, podrido, salvaje… Y los Hombres, que no son Hombres, sino sombras sin coraje, Se esconden, cobardes, ante bien trajeados embaucadores Que las leyes hacen y deshacen Para salir airosos, De este mar de atrocidades, Que cometieron cuatro viciosos. Estoy cansada de vivir, de tanta mierda rodeada. De sentir que lo bueno ya no vale para nada. De querer y no poder, de luchar contra fantasmas, Que aparecen y se esconden por debajo de mi cama.

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