¿Cuántas veces te das una palmada en la espalda y te dices: ¡bien hecho!? Con sinceridad, probablemente menos que aquellas en las que te dices algún improperio por cometer una equivocación.
A muchos de mis clientes también les cuesta ver y reconocer sus propios logros cuando llegan a trabajar conmigo; por contra sí son capaces de hacerme una lista detallada de las cosas que, según ellos, hicieron mal.
¿Te extraña entonces tener poca motivación y energía para afrontar una nueva acción? Quizá estás esperando que sean otros los que te den esa palmadita. Es agradable el reconocimiento ajeno, cierto, aunque es mucho más cierto que si tú reconoces tus propios logros la motivación es todavía mayor y las emociones internas de alegría y bienestar se disparan.
Por eso, para esta semana te propongo el siguiente ejercicio:
1. Toma una hoja de papel y haz cuatro columnas.
2. En una primera columna haz una lista de los logros de este mes, desde su comienzo hasta el momento que haces este ejercicio. Ten en cuenta que logros son más cosas de las que habitualmente te planteas. Puede ser hacer esa llamada que tenías pendiente, coserte un botón que andaba por ahí, tomarte un tiempo extra con tus hijos, …
3. En la segunda, escribe una evaluación de cuánto te costó tomar acciones para conseguirlo (de 1 a 10). Donde 1 te costó poco, lo hiciste rápido y 10 te costó más trabajo realizar esa acción (frenos y limitaciones internos que te mantuvieron parado).
4. En la siguiente, elige cómo vas a celebrar ese logro. Reconócete el valor, cuanto mayor haya sido el costo, mayor fue el logro y mayor puede ser la celebración. Cada persona tiene su forma particular de hacerlo, a veces puede ser suficiente con un café y un bollo, con una siesta, con un corte de pelo, lo importante es que te haga sentir bien y renueve tus energías para tomar un nuevo reto.
5. En la última columna, a su derecha, escribe la respuesta a esta pregunta: ¿Qué es necesario que suceda para que la próxima vez ese valor sea 1 para esa acción? La finalidad es ver aquellas que te costaron más y qué puede ayudarte a hacértelo más fácil a partir de ahora. Esta información te permitirá mirar al futuro, buscar que tu consumo energético para tomar las acciones que te lleven a logros mayores sea cada vez menor y que éstos lleguen más fácilmente.
Aprende a celebrar, recuerda también cuando haces un buen trabajo, pregúntale a tu interior cómo se siente cuando has hecho ese reconocimiento.
¿Te apuntas al reto de este ejercicio? Me gustaría saber tu experiencia con ello.
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Susana García Gutiérrez – Coach Profesional
1ª Coach de Familias Monoparentales
http://www.coachingatualcance.com/