Te presento estas dos citas que encontré durante estas vacaciones escritas en unas camisetas sobre el Camino de Santiago:
«Sin dolor no hay gloria»
«El dolor es temporal, la gloria es para siempre»
Ambas llamaron mucho mi atención. A pesar de ser semejantes su mensaje es totalmente distinto. Mientras que la primera me hizo sentir limitada y encapsulada; la segunda me evocó emociones agradables y una gran motivación. Esto es importante para mí ya que me propongo hacer el camino en algún momento.
Atendiendo a ese «dolor» que expresan y que muchas personas han sentido alguna vez en su vida. ¡Qué motivación puede surgir de pensar que sí o sí el dolor es inevitable! De esta forma el foco de atención está en el dolor y cuando el cerebro se enfoca en ello, más dolor se sentirá.
Es cierto que existe el dolor: el físico y el del corazón. Es cierto también que su temporalidad puede ser distinta. Ahora bien, apoya más saber que es algo temporal, que tras el esfuerzo, más o menos doloroso, llegará la satisfacción posterior. Por ello, si una persona se enfoca en esa sensación de plenitud que alcanzará, en su para qué, la motivación para atravesar el camino será mucho mayor.
¿Qué mantiene el motor de tu vida en marcha? La búsqueda de sentido a la propia existencia, a los actos que realizas, al destino que estás buscando. Si lo que encontrarás al final del camino tiene sentido para ti, entonces ese motor seguirá y seguirá rugiendo y moviéndose.
Y aquí dejo un video de ejemplo, un poco largo aunque creo que merece la pena.
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Susana García Gutiérrez – Coach Profesional
1ª Coach de Familias Monoparentales