Hernán Cortés, fue un conquistador español protagonista en la conquista del imperio azteca. A diferencia de otros, él había tenido la oportunidad de formarse en la Universidad de Salamanca, aunque claramente no era su vocación. Sin apenas padrinos, marchó para América donde participó en la conquista de Cuba. Allí, su carisma fue calando entre las tropas y gobernadores influyentes, hasta tal punto que fue nombrado alcalde de Santiago de Cuba. Sus ansias aventureras le llevaron, después de haber sido encarcelado, a emprender la conquista del imperio azteca. Consiguió convencer a numerosos soldados para que le acompañaran en su quijotesca aventura, que posteriormente resultó ser un éxito para el imperio español. Esto que a priori, puede parecer trivial, lo hizo sin el apoyo de los gobernadores locales y sin el apoyo del estado español, lo que, sin duda, aporta mucho valor al hecho de que consiguiera convencer a tantas personas a jugarse la vida por él y sus aventuras.
Este personaje ha sido elegido para mostrar que el liderazgo no es un tema cosmopolita del siglo XXI, sino que, hace 500 años ya había líderes capaces de guiar a sus seguidores en los duros procesos de cambio.
Fuente: induLIDERAZGO