El cambio tiene muchas ventajas también si se vive como oportunidad, te hace estar despierto, provoca que estés siempre aprendiendo nuevas cosas, ayuda a tener y considerar diversos enfoques a la hora de enfrentar los avatares de la vida, suele ampliar el abanico de tus relaciones ya que tienes muchos “frentes abiertos”,… (Te planteo un ejercicio sencillo: Sigue poniendo tu las ventajas que le ves al cambio,… a ver que te sale) y quienes lo asumen como natural, suelen aparecer como personas más felices y menos estresadas.
Y me dirás,… ya pero ¿y lo mal que se pasa?,… bueno, si y no.
Yo creo que una de las claves es la introspección y/o el autoconocimiento, es decir antes de enfrentarse a cualquier cosa en esta cambiante vida creo que es importante conocerse a uno mismo, saber cuáles son los recursos con los que contamos, las características que son susceptibles de mejorar, qué me mueve, qué me motiva, cuáles son mis valores (“Lo que me vale y lo que no”) y mis ideales, en definitiva tener una visión global y lo más rica posible en detalles de mi mismo.
A partir de aquí, si conseguimos vernos de modo amable, desprovistos de juicios sumarísimos y culpas autocondenatorias que, como ya habréis visto no son “santo de mi devoción” (La culpa paraliza, la responsabilidad llama a la acción) pero asumiendo toda la responsabilidad de nuestro propio destino y de nuestro hechos, creo que es un buen camino para empezar a nadar hacia la estabilidad interior en el cambio exterior.
Si somos capaces de aceptar que casi todas las cosas o los acontecimientos, son buenos o malos para mi en función de cómo yo los asuma y reaccione, porque suelen existir independientemente de mi, casi siempre podremos ver una opción que nos hace crecer y ser más nosotros dentro del mundo en el que estemos.
¿Fácil?, no, no lo es, pero tampoco lo será vivir en el siglo XXI si no vamos asumiendo la importancia de nuestro desarrollo personal, de la ampliación de nuestro SER previa a cualquier adaptación o éxito personal o profesional.
Porque es muy probable que los acontecimientos den muchos bandazos en una sola vida y es probable que al final caigamos en no saber quienes somos ni cuáles son las cosas que nos hacen ser nosotros mismos y vuelvan muchas “crisis de valores” como la que estamos viviendo porque nos hemos vuelto a dejar llevar.
Instrumentos como el Coaching en este contexto, nos pueden ayudar mucho a plantearnos todos estos retos de un modo positivo y esperanzador, ya que no deja de ser una herramienta para ampliar el “capital humano” del que disponemos.
Y visto así, seremos capaces de mejorar nuestro SER y cambiar lo que nosotros queramos cambiar para ser más y vivir dentro de la inestabilidad con la estabilidad de saber que estamos dónde queremos estar, aunque la vida nos esté poniendo en cualquier sitio no elegido.
Por tanto, ¿esquizofrenia?, no para nosotros, porque vamos a saber nadar en el río traiga las aguas que traiga y nos adaptaremos.
Fuente: COACHING PRÁCTICO