En Gestalt, nos referimos a introyecto para hablar del mecanismo interno que hace que nos traguemos lo que nos dan o dicen sin masticarlo, sin crítica, selección ni ajuste a nuestra necesidad personal, corriendo el riesgo así de “empacharnos” de mandatos, órdenes, etc. Estas ideas, normas o valores incuestionables las asumimos erróneamente como propias, e impiden el libre flujo de los impulsos y la satisfacción de las necesidades. Así, tenemos ideas aparentemente asumidas como que las mujeres somos más tiernas por el hecho de ser mujeres, que los hombres no lloran, que la vida es un valle de lágrimas o que el trabajo, el esfuerzo y el sacrificio son sagrados.
Caminamos por el mundo, cada uno/a nosotros/as con los introyectos, culturalmente representados en forma de estereotipos, refranes, dichos, modelos y creencias profundamente arraigados, tragados sin hacer un cuestionamiento de ellos ¿de quién es esto? Bien, así pensaba, funcionaba y creía mi padre, madre, abuela… ¿y yo? Aquí y ahora ¿Creo que esto es así? ¿Lo quiero para mí? Esto ¿me nutre o empobrece mi vida?
¿Con cuales caminas tú por el mundo? ¿Te los has cuestionado alguna vez?
Fuente: Terapia Gestalt Arantxa García M