Hay que usar el tiempo para hacer las cosas importantes, lo más difícil es saber qué es lo realmente importante y centrarse en ello ignorando lo demás.
Se tiene una mala percepción de nuestro tiempo, de cómo lo usamos y en qué se nos va.
No están claras nuestras pautas de comportamiento en relación al tiempo: qué cosas hacemos o no, en qué orden y porqué.
Tenemos que tomar conciencia de la naturaleza del recurso tiempo; y de cómo lo estamos manejando.
El tiempo es:
Inelástico: No se puede estirar. Un día tiene veinticuatro horas, ni un segundo más ni un segundo menos.
Insustituible: Ningún otro recurso puede ser utilizado en su lugar.
El tiempo no se puede ahorrar ni pedir prestado
¿A que dedicamos nuestro tiempo?
· A lo más urgente.
· A lo más agradable.
· A lo más conocido.
· A lo más fácil.
· A complacer a los demás.
· Reuniones innecesarias o demasiado largas
· Interrupciones
Leyes de Acosta
1. “El tiempo que requiere una tarea resulta tanto mayor cuantas más veces la interrumpimos y reanudamos.
2. “Para una tarea corta, siempre se encuentra un minuto. Para una larga, nunca hay tiempo.”
Con frecuencia nos falta tiempo para tareas largas e importantes, que quizá acabamos resolviendo chapuceramente por haberlas empezado demasiado tarde. Pero somos perfeccionistas en otras cortas y sin importancia, a las que dedicamos un tiempo excesivo, precisamente porque no nos preocupan por ser cortas.
¿Cómo utilizar mejor nuestro tiempo?
Definiendo nuestros objetivos personales.
SIN OBJETIVOS, el uso eficaz del tiempo carece de sentido.
Cualquier actividad que no esté orientada a un objetivo implica pérdida de tiempo.
Fuente: La Estrategia Para Triunfar