«¡Soy un niño grande¡». Claro que no soy ni niño ni grande. Si actuo como niño, no soy acceptado «ya que no me toca». Si actuo como grande, se escandalizan porque «todavia no me toca».
¿Entonces, qué tengo que hacer? No puedo entender a los adultos que me mandan. …y me parece que los adultos tampoco me entienden a mi…Visto lo visto, mejor no hacer nada, pasar de todo…que lo hagan ellos!»
Montse Blanco, psicóloga y psicoterapeuta
Fuente: Centro de Terapia Cognitiva