Escribo este artículo porque seguramente muchos de vosotros si soy estudiantes o estáis realizando algún curso en el que debáis examinaros os vendrá bien conocer como sacar partido a todo lo que está a vuestro alcanze para tener un mayor nivel de productividad y rendimiento a la hora de estudiar y desperdiciar la mínima cantidad de tiempo. Cómo la cantidad de recomendaciones (pueden ser válidas para la mayoría de la gente pero a lo mejor no se adaptan a los gustos o hábitos de todos) son infinitas voy a poner unas cuantas de momento y más adelante seguiré publicando más a medida que voy redactando más artículos.
1) Encuentra un motivo para estudiar: muchas personas no se dan cuenta de que estudian por estudiar sin saber para que lo hacen, sin conocer realmente si les gusta o no y esto les hace entrar en una sensación de agobio o malestar por sentir que realmente no estudian por vocación. Este es un caso frecuente de las personas que acceden a una carrera universitaria porque su nota de acceso no les permitía acceder a la que realmente les gustaba. Por ejemplo un alumno que su ilusión es hacer derecho y acaba haciendo administación y gestión de empresas. Al cabo de los años posiblemente se dará cuenta de que no es compatible o que no le acaba de agradar lo que estudia, así que mejor no perder el tiempo y abandonar los estudios o volver a estudiar algunas asignaturas para mejorar la nota de selectividad. Después de estas conclusiones deberías responder a las siguientes preguntas: ¿por qué estoy estudiando? ¿qué quiero conseguir con ello? Tal vez la respuesta podría ser la siguiente: «estudio para poder optar a tener una mejor formación y poder obtar a acceder a la universidad o acceder a un empleo mejor remunerado» «estudio porque me gusta conocer aspectos sobre mi carrera, me gusta aprender todo lo relacionado con x y el día de mañana trabajar en lo que me gusta y crear mi propia empresa de x».
2) Diseñar un horario riguroso: cuando hablo de diseñar un horario me refiero a coger un papel y un boli y hacer 7 columnas y varias filas, por ejemplo si queremos hacer unas 3 sesiones de estudio al día de 50 – 60 minutos podríamos dedicar 3 sesiones el lunes a 3 asignaturas distintas, el martes a otras 3 distintas, el miércoles doble sesión de una y otra sesión de otra, etc. Sería ideal comprometerse a cumplirlo para adquirir el hábito de estudio y colgar la hoja en la pared para recordaros de lo que debéis estudiar. Os pongo una tabla para que os hagáis una idea de como elaborar vuestro propio horario de estudio.
Hora | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes | Sábado | Domingo |
16:00/16:50 | A | A | A | B | C | B | C |
17:00/17:50 | B | B | A | B | C | C | A |
18:00/18:50 | C | C | C | C | A | A | B |
O simplemente hacer esas tres sesiones de estudio diarias sin seguir un orden establecido pero repasar lo que se ha dado ese día en clase, tal vez es exagerado estudiar tanto como entre semana incluso los fines de semana, a lo mejor deberíamos relajarnos un poco y estudiar menos jeje. (Cada letra representa una asignatura).
3) Incrementar el nivel de dificultad en cada sesión: todos sabemos que algunas asignaturas tienen varios niveles de dificultad (las fáciles, las moderadas y las difíciles), lo ideal sería empezar a coger carrerilla o calentar con las fáciles, continuar con las moderadas y acabar con las difíciles, de ésta manera veremos como al empezar por lo sencillo cuando tenemos la cabeza más fría podemos coger temperatura y fuerza al ver que estamos acabando el trabajo y automotivarnos pensando lo siguiente «venga que ya falta poco, ahora me queda la más pesada, el último esfuerzo y acabo ya». Si se empieza por lo difícil es más probable que acabes abandonando porque a nadie le gusta calentar por lo duro o intenso, por ejemplo en el deporte de musculación si tenemos que entrenar con varios pesos en un determinado músculo es recomendable empezar por 50kg continuar con 55kg y acabar con 60kg puesto que el músculo en frío tendrá menos fuerza y a medida que se incrementa la resistencia empieza a coger temperatura para rendir mejor en las últimas. Pues con la mente igual, todos preferimos leer párrafos sencillos luego continuar con algo normal y acabar con esas páginas infumables puesto que ya tendremos la atención y concentración más activas despues de haber calentado con tareas anteriores más simples (siempre y cuando hagamos mini descansos para no colapsar nuestra mente).
Fuente: Crecimiento Personal Exponencial