«Hay una reveladora historia acerca de un monje que vivía en el desierto egipcio y al que las tentaciones atormentaron de tal modo que ya no pudo soportarlo. De manera que decidió abandonar el cenobio y marcharse a otra parte.
Cuando estaba calzándose las sandalias para llevar a efecto su decisión, vio, cerca de donde él estaba, a otro monje que también estaba poniéndose las sandalias.
“¿Quién eres tú?”, preguntó al desconocido.
“Soy tu yo”, fue la respuesta. “Si es por mi causa por lo que vas a abandonar este lugar, debo hacerte saber que, vayas adonde vayas, yo iré contigo”.
Un paciente, desesperado, le dijo al psiquiatra: «Vaya adonde vaya, tengo que ir conmigo mismo… ¡y eso lo fastidia todo.!”.
Tanto aquello de lo que huyes como aquello por lo que suspiras está dentro de ti.»
La oración de la rana, Anthony de Mello