Que son usos del test de verificación muscular usado en la kinesiología aplicada, además de que se utiliza como herramienta de ayuda en otros enfoques terapéuticos.
El principio básico del test de verificación muscular es que cuando los sentimientos, pensamientos o acciones de una persona están en resonancia o sintonía con ella entonces los músculos se tensan o endurecen (estremecimiento neuromuscular), y cuando no están en resonancia o sintonía se distensan (relajan).
En otras palabras, cuando algún pensamiento, sentimiento o acción nos resuena (física, emocional o energéticamente) el sistema muscular (incluyendo lo eléctrico y lo energético de los meridianos) revela una tensión que significa estar en “ON” o sintonía, estar energetizado, listo para la acción, porque a nivel inconsciente conoce la información.
Mientras que cuando algo no nos resuena entonces nuestro cuerpo reacciona con una distensión (relajación), lo cual es estar en “OFF”, o fuera de sintonía, sin energía, no está listo para la acción.
En los enfoques terapéuticos –incluyendo algunos de psicoterapia- se usa este test para saber con qué se está conectado, sin importar si eso es positivo o negativo, ya que la resonancia no enjuicia, solamente indica lo que emerge del inconsciente. Aquí es importante destacar que, como dice Chloe Faith: “conocemos muchas veces lo que queremos en la vida y no lo obtenemos porque no estamos conectados con ello o estamos viviendo con cosas que no queremos por estar conectados con ellas y no las podemos dejar ir”.
La verificación muscular se puede realizar de dos maneras básicas, en el otro y en uno mismo:
1.- Verificación muscular en el paciente-consultante:
Solicitándole permiso (oral y mental) para usar su respuesta muscular y que interactúen su energía con mi energía, luego se procederá a entrenar sus respuestas ON-OFF en alguno de sus brazos, aunque yo prefiero su brazo izquierdo (controlado por su hemisferio derecho).
2.- Verificación muscular en uno mismo:
Centrándome, estando relajado, y con percepción fenomenológica diría Hellinger, o en trance diría Jodorowsky, entrenaré mi respuesta muscular, por ejemplo, con mi brazo izquierdo, o más sencillo y discreto, cruzando dos dedos de una mano, soliendo elegirse el índice y el medio, o el medio y el anular.
Ahora se entenderá mejor lo que el cartel promocional de cierto instituto (imagen de fondo color rojo) donde ofrecen entrenamiento en la detección de mentiras, y donde se ve a un sujeto con traje y con su mano derecha cruzando dos dedos, supongo yo que calibrando su respuesta muscular para intuir si la persona que tiene enfrente está mintiendo o no.
Brigitte Champetier de Ribes, en su libro “Empezar a Constelar”, manifiesta que como algo básico en el entrenamiento de un constelador es el que aprenda el diálogo con su inconsciente (chequeo interno), para luego preguntarle sobre en cuál generación o en cuál miembro familiar se encuentra el origen de un conflicto, entre otras dudas. Dice la experta consteladora: “cada vez que nuestro guía o inconsciente quiere hacerse presente, lo hace en el cuerpo, a través de una sensación corporal que atrae nuestra atención. Cuando nos quiere decir que sí, a nivel de los pulmones o del diafragma algo se expande o se aligera, y cuando nos quiere decir que no, algo se cierra y nos oprime ligeramente. Hay que estar atentos a los cambios que se den en el tronco, en el pecho y en el estómago. Y necesitamos entrenamiento y disciplina. Para ello, negociaremos primero con nuestro inconsciente, o guía, una señal sensorial nítida.
“Querido guía, te honro y te agradezco todo lo que haces por mí. Empiezo a darme cuenta de tu existencia y de tu valía y quiero poder dialogar contigo.
Por favor, dame una señal sensorial nítida y rápida, en un dedo de la mano derecha, por ejemplo, cuando me quieras decir que sí. Por favor, dame esta señal para el SÍ ahora mismo.”
Esperamos 3 ó 4 segundos y, si no hemos notado nada, repetimos la petición con más respeto, cariño y confianza. Cuando tengamos una señal, aunque sea poco nítida, pedimos lo siguiente:
“Por favor, querido inconsciente, dame esa señal del sí de un modo más contundente. Gracias”.
La señal puede ser de cualquier tipo: calor, picor, movimiento de un músculo, de un tejido, en cualquier parte del cuerpo.
Y repetimos el proceso para el NO.
“Por favor, dame una señal sensorial nítida y rápida, en un dedo de la mano izquierda, por ejemplo, cuando me quieras decir que no. Por favor, dame esta señal para el NO ahora mismo.”
Esperamos unos segundos y, si no hemos notado nada, repetimos la petición.
De nuevo pedimos que nos dé la señal de un modo contundente, sin equívoco posible. Y agradecemos.
Practicamos para afianzar nuestra relación con el guía. Empezamos con preguntas de las que sabemos la respuesta. Preguntas a las que sólo se responde con sí o con no. Una vez que nos entendemos con nuestro guía, probamos con preguntas de las que no sabemos la respuesta. Sólo nos contestará el guía si nos comprometemos con su respuesta, si le hacemos caso, si acatamos sus indicaciones. Y no se manifestará si queremos manipular o interferir en la vida de otras personas ni si queremos adivinar algo o jugar en vez de ayudar o de usarlo en algo serio. Tampoco lo hará si no estamos centrados (estar presente, sintonizarse uno mismo y con los demás, y abrirse al movimiento del espíritu).
Por supuesto que hay que evitar las preguntas que empiecen con la palabra No, ya que pueden provocar confusión porque el inconsciente no reconoce la palabra “No”.
Dice Benito Gallego: “Sólo la constancia y el tiempo junto con la neutralidad son la base para tener un buen manejo del péndulo (ser un buen radiestesista). Claro, ser neutral en las respuestas del péndulo requiere que la persona durante mucho tiempo (el necesario para tener la suficiente neutralidad, que no es fácil) no debe hacer preguntas que tengan que ver con cosas personales o familiares ya que la falta de experiencia y el no ser neutral no dejará que su mente dé la respuesta real, esto es frecuente en las personas que empiezan con el péndulo pregunten si mi marido o mujer me quiere, mi jefe me valora, etc. , esta es la parte más dura de superar al principio, junto con estar cualificado con relación a lo que pregunta”.
*Interesante página sobre la verificación muscular:
*Primera curiosidad: Algunas personas embarazadas usan un péndulo para saber si darán a luz a un niño o a una niña. Según afirman, si el péndulo se mueve de forma circular significa que tendrán una bebé femenina, y si el péndulo se mueve hacia adelante y atrás (rectamente) entonces significará que tendrán un bebé masculino.
*Segunda curiosidad: Sobre la ouija hay dos principales suposiciones. Una de ellas asegura que es el propio sujeto quien inconscientemente mueve la ouija. Otra suposición es que la persona se conecta con entidades (positivas o negativas) de otra dimensión y son éstas quienes usan a la persona para responder las preguntas que se le hacen a la ouija. Mi opinión coincide con la segunda, por eso considero peligroso «jugar» con la ouija.
*Tercera curiosidad: Existen personas que afirman contactarse con entidades no humanas, y que a través de ellas pueden conocer sucesos del futuro y del pasado que sorprenden a los demás. Y es por la ayuda de esas entidades (y no por el simple inconsciente de la persona) que logran percibir extrasensorialmente, predecir futuro, entre otras cosas.
*Cuarta curiosidad: Entre más preparada espiritualmente esté una persona entonces más se le facilitará el test de verificación muscular. Y para la preparación espiritual existen multitud de técnicas, enfoques, religiones y creencias, que básicamente se fundamentan en meditaciones, oraciones, posturas, afirmaciones, mantras, etc. Y hay que reconocer que algunos individuos ya nacen con talentos intuitivos o con habilidades paranormales, mientras que otros tenemos que esforzarnos en la práctica, entrenamiento y disciplina para desarrollar esto.
*Video del mago Criss Angel donde usa la verificación muscular para encontrar la llave de auto que el propietario escondió entre un lote de autos.