Ni salí de casa ni la sonrisa puesta
Es duro hacerse ilusiones. Yo tiendo a hacerme ilusiones, y luego claro, cuando éstas no se cumplen llega el bajón. No llevo muy bien lo de perder, y me parece curioso. Creo que un día, para intentar ganar más, me obligué a no querer perder. Pero no sé, toda obligación conlleva una exigencia y asimismo […]